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Hecho a mano: Palabras mágicas

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Tejido hecho a mano.
Foto: Pinterest.

Toda mi vida, el arte hecho a mano ha rodeado mis pasos. Desde mis tiernos 6 años, estoy tejiendo a crochet. Todo comenzó una tarde de lluvia en Armenia, en el apartamento donde mi abuela materna (alma bendita) vivía con mis tíos y mi primita, la menor de la familia.

Mi madre y yo estábamos de vacaciones a mitad de año, vivíamos en Bogotá y mi papá trabajaba mientras nosotras visitábamos a la gente.

Dicho esto, amplío el contexto: A mi prima no le cuadraba la idea de leer en aquella época (estaba aún pequeña para eso) y a mí no me gusta dibujar ni escribir a mano, que es el fuerte de mi prima. 

Las dos estábamos aburridas, literalmente mirando al techo, de hacer lo que siempre hacíamos y de imaginar juegos. Ya no le cabía una gota más de agua al cielo que seguía escurriendo.

Cómo el arte hecho a mano salvó la patria

Mi mamá, viendo que los columpios no eran una opción, tomó un taxi al centro y volvió con la salvación de la tarde: 2 ovillos de hilo más rosados que la propia Hello Kitty y 2 agujas doradas de crochet con doble punta. «Vamos a tejer», nos dijo, con la certeza que le da la docencia.

De esas vacaciones, ambas salimos con sendas carpetas tejidas. La mía se la regalé a mi abuela paterna, y cuenta la leyenda que la conservó hasta el final de sus días.

Mi prima dejó de tejer años después, pero yo no… Y la curiosidad fue guiándome por otras técnicas, siempre de la mano hábil de mi madre y las visitas de mis tías a Bogotá.

Sé bordar, sé tejer, hago bisutería y tuve el honor de enseñarle esta última habilidad a mi mamá. Le pongo alma, vida y sombrero a todo lo que hago. 

Amo entregarme horas enteras a una obra hecha a mano porque sé que embellecerá el ambiente y el cuerpo de otra persona, además de que hay magia en cada pieza.

Y te digo hoy, y te seguirá sonando en la mente el resto de tu vida:

No te atrevas a pedirle rebaja de precio a un artesano ni a un campesino.

En ambos oficios hay amor por la vida, esmero, frustración, miles de intentos por alcanzar el objetivo, aprendizaje constante de técnicas y regeneración de la alegría cuando por fin cuaja el esfuerzo.

Si quieres seguir yendo a los almacenes de cadena, ve a comprar lo que todo el mundo tiene, eso es lo de menos; ellos te seguirán recibiendo el pago que les hagas y los empleados seguirán igual.

Sé consciente de que lo que nos compres a los artesanos te durará más de lo que le compres a los almacenes. Y también, lo que le compres al campesino, te lo agradecerá por toda la vida y hasta ñapa te dará.

Cuando compras a los pequeños comerciantes, conservas la Vida de la Madre Tierra. Alargas el ciclo de vida de objetos y mejoras la calidad de tu entorno, así como la salud de tu propio cuerpo.

Yo podré tener toda una formación académica impresionante, pero eso no me quita apreciar lo que hago y lo que los demás hacen en el mundo. Los corazones sencillos, bondadosos y amorosos son los que mejor trabajan y la mayor parte del tiempo, los más maltrechos.

Puedes ver nuestros tejidos aquí y nuestra bisutería disponible aquí. Si quieres encargar algo que no ves en el menú, puedes enviarnos un mensaje a lakshmi@ensohyb.com y con gusto te responderemos con una cotización.

¡Gracias por tu apoyo y atención! ¡Namasté!

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